A continuación vamos a profundizar en el concepto y la dinámica de un gestor de contenidos o CMS Web, para qué lo podemos utilizar, qué características debe tener y, por último, qué gestores de contenidos, asequibles pero potentes, tenemos a nuestra disposición.
¿Qué es un CMS?

Qué es un CMS Web
Decir que un CMS es “una herramienta software para crear, administrar
y gestionar un sitio web”, aunque acertado, apenas sí cubre lo que deberíamos entender por un gestor de
contenidos.
Para entender mejor qué es un CMS Web y qué podemos hacer con él, vamos a detenernos en sus 3 funciones
principales, que ya hemos apuntado:
Creación del sitio web.
Gestión y mantenimiento del sitio web.
Administración del sitio web y del propio CMS.
Para qué sirve.
¿Podemos gestionar cualquier sitio web? ¿Un gestor de contenidos impone
alguna limitación en este sentido?
La respuesta a la primera pregunta sería sí. De hecho, hoy en día prácticamente cualquier sitio web, ya
sea uno comercial, genérico o construido a medida del usuario.
Por una sencilla razón: no podemos permitirnos tener un sitio web cuyo contenido solo pueda ser
gestionado por profesionales técnicos cualificados; por coste y por dinamización del sitio web.
La respuesta a la segunda sería un no, aunque con reservas. No solo hay diferentes tipos de sitios web
sino que, en función de las necesidades y estrategia del propietario, habrá que incluir unos u otros
servicios o funcionalidades.
Para un gestor de contenidos construido a medida, esto no supone ningún problema: se construye a partir
de las especificaciones del propietario del sitio web.
Por su parte, un gestor de contenidos genérico suele disponer de la suficiente versatilidad y
flexibilidad para que, mediante pequeños desarrollos a medida o mediante la incorporación de módulos o
complementos independientes (“plugins”), también pueda adaptarse a sus especificaciones. Posiblemente
suponga un coste adicional, pero mucho menos que un CMS Website a medida.
Para hacernos una idea de la versatilidad y potencia de los gestores de contenidos, veamos a
continuación algunos tipos de sitios web que pueden construirse con un CMS Web comercial, muchas veces
sin necesidad de adaptaciones específicas.
¿Qué características debe tener un CMS profesional?
En esta sección vamos a enumerar y describir estas características, que nos darán una mejor visión del
alcance y posibilidades de un gestor de contenidos:
Acceso web. Sin ser una característica imprescindible, sí que añade flexibilidad y
facilidad de uso del
CMS, puesto que no hace necesario instalarlo y se puede utilizar desde cualquier ordenador con navegador
y conexión a Internet.
Rápida curva de aprendizaje. A excepción de las opciones de configuración y
administración, un CMS será
utilizado por personas con conocimientos técnicos a nivel de usuario ofimático.
Su interface debe ocultar cualquier complejidad tecnológica para que puedan dedicarse casi desde el
primer día a hacer lo que deben y saben hacer: editar y gestionar contenidos.
Gestión de contenidos y recursos. Característica básica y razón de ser de un gestor de
contenidos. Debe
incluir todas las herramientas posibles para editar, organizar, revisar, programar y publicar
contenidos.
Lo mismo se aplica para los recursos que complementan el texto de los contenidos, como imágenes,
documentos o ficheros.
Interfaz de administración y gestión. Aunque un CMS Website puede tener opciones de
configuración
avanzadas que necesiten un conocimiento más profundo de la herramienta, las más habituales y útiles
deberían estar disponible en el interface del gestor, sin necesidad de editar ficheros de configuración
ni conocimientos técnicos avanzados.
Perfiles de usuario. En el proceso de creación de los contenidos suele haber varios
perfiles de
usuarios, con distintos roles y responsabilidades, como autores, editores o administradores, que pueden
variar en función del tipo de sitio web (por ejemplo, profesores, alumnos o gestores de cursos en una
plataforma de cursos online).
El CMS debe contemplar esta variedad y delimitar claramente las funciones de cada uno para que solo
hagan lo que pueden hacer.
Editor “rico” online de texto. El contenido no debe limitarse a ser una “ristra” de
palabras sin formato
ni estructura, sino que debe darle un formato que facilite su lectura y seguimiento por parte de los
usuarios, con todas las posibilidades de un procesador de texto al uso: negrita, cursiva, listas
enumeradas o no, párrafos, sangrado, etc.
Categorización de contenidos. Un sitio web o un blog puede llegar a tener centenares o
miles de páginas.
Para facilitar al usuario la localización de aquellos contenidos que son de su interés, el gestor debe
incluir opciones de categorización, para que el usuario pueda tener una visualización solo de lo que le
interese.
Integración de complementos (plugins) y API de programación. Un CMS no puede tener
todas las
herramientas concebibles para un sitio web ni soluciones para todas las necesidades. La API de
programación permite añadir funcionalidades específicas al gestor de contenidos, ya sea con desarrollos
a medida o la instalación de plugins con las nuevas funciones.
Diseño visual configurable/personalizable (temas, plantillas). El gestor de contenidos
no debe poner
limitaciones a las posibilidades de diseño de un sitio web, de forma que los diseñadores no tengan
ninguna restricción en su capacidad creativa y que sus diseños puedan integrarse fácilmente.
Gestión separada del contenido y el diseño. O, dicho de otra forma, que el diseñador
solo tenga que
preocuparse de hacer e integrar su diseño y los editores/autores de redactar sus contenidos, sin que los
cambios de uno u otro interfieran entre sí.
“SEO-friendly”. Un gestor de contenidos debe tener en cuenta la realidad del
posicionamiento orgánico y
facilitar la generación de sitios web que cumplan con las directrices para Webmaster de los principales
buscadores. De nada sirve tener el mejor contenido si las páginas web generadas incumplen factores
básicos de posicionamiento.
Eficiente, rápido y bajo consumo de recursos. Una web CMS supone añadir una aplicación
informática al
servidor de alojamiento, lo que significa que utilizará parte de los recursos de éste para su propia
ejecución (memoria, CPU, disco duro).
Este consumo es inevitable, pero debe interferir lo menos posible para que no afecte al rendimiento
general del servidor web y, por extensión, incida negativamente a la experiencia de usuario (por
navegación lenta, por ejemplo).
Soporte técnico y Comunidad de usuarios. Como toda aplicación informática, en cualquier
momento se puede
presentar un problema durante su uso. Un soporte técnico adecuado y rápido, que nos atienda eficazmente
en estas situaciones, y una comunidad amplia de usuarios, con foros de participación activos, nos
ayudará a que cualquier incidencia se resuelva rápidamente y con el menor efecto posible ante nuestros
usuarios.
Siempre cabe destacar que un sitio web debe estar bien optimizado y diseñado. Para eso te recomendamos que cuentes con empresas dedicadas a esta clase de trabajo, empresas como Just Us